Daniel Martínez y John Díaz administradores de sistemas del CPD
“La supercomputación es básicamente una computación a gran escala, es decir, unir miles de ordenadores en un único sitio permitiendo realizar simulaciones y analítica a gran escala” explica el investigador de ARAID y responsable del área de Computación y ciencia de Datos en el Instituto BIFI de la Universidad de Zaragoza, David Iñiguez.
Esta área del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) nació con el objetivo de dar servicio a otras áreas, como la biología o la física de sistemas complejos, que precisaban de una potencia de cálculo mayor. Sin embargo, con el paso del tiempo se convirtió en un servicio fundamental del centro que ha dado servicio a científicos internacionales, ha permitido poner en marcha proyectos tecnológicos propios de investigación y ha dado apoyo a empresas para mejorar su competitividad en el mercado optimizando sus recursos.
El objetivo de la supercomputación
El objetivo principal del uso de la supercomputación en el sector empresarial no es otro que conseguir una mayor optimización de los recursos, y por tanto, mayor eficiencia y competitividad en el mercado. “Permite resolver problemas científicos que requieren muchas horas de cómputo con varios procesadores y de forma simultánea. Esa capacidad de cálculo masiva se puede utilizar en todo tipo de problemas que, casi siempre, cuentan con operaciones matemáticas” explica el responsable del área.
Física de materias, fluidodinámica, química, tratamiento de imágenes, ingeniería… son algunos de los campos en los que la supercomputación resulta muy beneficiosa para las PYMES. Un ejemplo sencillo se da en el campo de la farmacología. “En el diseño de fármacos es necesario hacer miles de pruebas con moléculas hasta dar con la correcta. Con la supercomputación es posible hacer esas pruebas de forma simulada con el ordenador, reduciendo los costes. Al final siempre habrá que hacer una prueba real pero habremos reducido la posibilidad de 1000 moléculas a 10”.
Modelos y ventajas
Los dos enfoques principales de la supercomputación en los que una empresa puede apoyarse son las simulaciones numéricas masivas, como la reproducción del comportamiento de la atmósfera mediante modelos fuido-dinámicos para predecir el tiempo y comprobar que un lugar será idóneo para situar aerogeneradores, y el análisis de grandes volúmenes de datos, comola analítica de documentos para “entender” el significado de cada uno de ellos de forma automática.
Las ventajas del uso de la supercomputación son claras. “Permite conocer aspectos que de otra forma, sin una simulación con un superordenador, no podrías tener. O tendrás una optimización peor. Una opción que no es mala, pero que no es la mejor” indica David Iñiguez. En cada empresa, sus opciones son distintas según su naturaleza pero generalmente se observa una mejora de la eficiencia y, por tanto, de la relación coste-beneficio.
Casos de éxito
Algunos casos de éxito con los que han trabajado desde el área de Computación y ciencia de Datos del Instituto BIFI han sido el análisis de rendimiento de diferentes diseños de calderas de biomasa mediante el uso de las herramientas GFD. Este proyecto permitió eliminar los costes de la fabricación de calderas con diferentes diseños para comprobar cuál tenía un mejor funcionamiento. Finalmente ayudó a reducir el tamaño de la caldera, disminuir las pérdidas de presión en el intercambiador de calor y reducir del tiempo requerido para llevar a cabo el diseño de un prototipo.
También se ha desarrollado una plataforma tecnológica que permite a una aseguradora detectar las variaciones de prima que se dan en el mercado, realizar cualificaciones de cartera mediante sistemas de predicción o estimación de prima, anticiparse a las variaciones del mercado, en definitiva, tomar decisiones y realizar cambios estratégicos basados en datos.
“En todos los casos, al final se trata de optimizar procesos, de previsión de determinados aspectos, como ventas o la necesidad de piezas en una cadena de suministros. Hay mil aspectos”, explica el investigador de ARAID y responsable del área de Computación y ciencia de Datos en el Instituto BIFI, David Iñiguez.
La supercomputación no es el futuro, sino el presente de la tecnología y del desarrollo empresarial. “Si quieres obtener una eficiencia en tus procesos y mejorar tu beneficio, hoy en día o te acercas a la tecnología o es muy complicado. Si la competencia lo está haciendo pero tú no, vas a ser menos competitivo en el mercado”, recalca.
Si tienes una empresa y quieres sumarte a la innovación que supone el uso de la supercomputación, contacta con Aragón DIH o el propio instituto BIFI a través de innovation@aragondih.com o info@bifi.es. Su atención personalizada permite valorar cada caso y reconocer los puntos donde mejorar para ser más eficiente.
¿Qué es BIFI?
El Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) es uno de los centros de e-ciencia más relevantes en España y se fundó en 2002. Actualmente cuenta con cuatro áreas de trabajo: Bioquímica y MCD, Biofísica, Física y Computación.
Este instituto aloja el Centro de Supercomputación de Aragón (CESAR) que engloba las líneas de investigación deComputación de Alto Rendimiento y Cloud Computing (HPC-Cloud), Análisis de Datos, Visualización Avanzada y Transferencia Tecnológica, Ordenadores Dedicados, Ciencia Ciudadana y Ciencia Digital. CESAR ha permitido que la Universidad de Zaragoza se incorporase en 2007 como nodo de la Red Española de Supercomputación, reconocida como ICTS (Instalación Científico-Técnica Singular).
